domingo, 10 de mayo de 2015

Ese pensamiento que hay que cambiar..

¿Somos lo que pensamos? Nuestros pensamientos pueden sanarnos o enfermarnos? ¿Podemos hacer una reestructuración cognitiva? ¿Es eso real?
Sin conciencia de nuestros pensamientos, y de los estados emocionales que éstos generan, por un lado se presentarán reacciones fisiológicas determinadas que van a generar un sentimiento y, por otro lado, este sentimiento generará de nuevo una cognición determinada que, si no lo evitamos, será similar al pensamiento desencadenante.
Normalmente no somos conscientes salvo del sentimiento que provoca toda esta reacción en cadena. Pero ante ese sentimiento consciente subyace un estímulo, que bien puede ser externo o interno (pensamiento) que es el generador de tus sentimientos.
¿No te sería fácil cerrar los ojos y elevar tu ritmo cardíaco con un pensamiento? Yo creo que sí. Lo has hecho "a la inversa". Primero has tomado conciencia de la emoción que querías generar y esa emoción generó el sentimiento esperado.
¿A qué viene todo esto?
Sé que somos lo que pensamos, y que esos pensamientos pueden sanarnos o enfermarnos. Y sé que si somos capaces de modificar y modular nuestros pensamientos podemos cambiar las cosas. Pero no me había dado cuenta hasta ahora que para que ello ocurra, para que comencemos a ser conscientes de qué estímulos (pensamientos) provocan una emoción determinada en nuestro organismo, qué componentes fisiológicos se ponen en marcha con esa emoción (aumento de ritmo cardíaco en el caso de miedo) y qué cognición (sentimiento) provoca todo esto es necesario que antes haya sucedido algo importante. Antes ha tenido que generarse un pensamiento.
Claro, parece una chorrada. Si le dices a alguien que no es feliz, o que se encuentra deprimido o ansioso, (no que tiene depresión mayor o algún trastorno de ansiedad, en cuyo caso habría que complementar la terapia con otras técnicas) que si cambias los pensamientos su vida cambiará parece lógico que inmediatamente se pondrá a ellos, ¿cierto?
Peor entender el concepto no es suficiente. Hay que hacer una introspección, detenerse y leer y escuchar la mente. Es tan fácil como que una sola persona con una pala llene un tráiler de arena. Es fácil, pero requiere un trabajo y un tiempo. Requiere constancia y determinación. Después notarás cómo una mueca en tu rostro, generada por una emoción, generada por un pensamiento positivo, te generará un pensamiento de felicidad por estar lográndolo.

0 comentarios:

Publicar un comentario